El 2005, el grupo lanzó su séptimo disco de estudio, y contando esta
vez con invitados de la talla de Shagrath (Dimmu Borgir), Jens
Johansson (Stratovarius), Simone Simmons (Epica) y Thomas Rettke
(Heavens Gate), esta placa hace gala una vez más de la versatilidad
de la banda, su habilidad para desplazarse desde la velocidad
relampagueante de When the Lights are Down, hasta la hermosa
balada Abandoned, pasando por los progresivos ritmos del tema
homónimo… Mención especial merece el tema Memento Mori,
The Black Halo” es la parte final de la historia conceptual iniciada
con el anterior “Epica” (2003), un disco basado en la obra “Fausto”
del dramaturgo alemán Goethe. En concordancia con la temática
del libro, el disco es también claramente más oscuro que cualquiera
de las anteriores entregas del grupo a nivel lírico.
El corte encargado de abrir el disco es “March Of Mephisto”, Se inicia con unas breves orquestaciones donde pueden escucharse los susurros de Shagrath (Dimmu Borgir) haciendo de Mephisto. Luego prosigue el contundente riff de guitarra y unos coros, de claras raíces persas, donde las guturaciones de Shagrath se combinan con la melodiosa voz de Khan. El excelente solo de teclado a cargo Jens Johansson (Stratovarius) le dan también una dimensión distinta a la canción.
El siguiente “Where The Lights Are Down” es el tema más rápido del disco, mucho más trabajado e interesante. En medio, Youngblood y el invitado de lujo Johansson se marcan un duelo de guitarra/teclados a la vieja usanza.
El primer single “The Haunting (Somewhere in Time)” es un medio tiempo, naturalmente muy dulce, melódico y accesible, donde esta vez es Simone Simmons (Epica) quien acompaña a Khan en las partes vocales.
La velocidad y melodía a raudales regresan con “Soul Society”, donde Khan canta primero con un registro muy grave en las estrofas hasta decaer en un precioso estribillo como ya hiciera en (“Karma”).
Luego del primer interludio, continua la preciosa balada pianística “Abandonded”, donde Khan hace dúo con la cantante Marie (Titania), como ya hiciera en “Epica”.
“This Pain” comienza con una suave guitarra eléctrica, hasta que entra en acción el grueso y contundente riff al que acompaña la melodiosa voz de Khan con suave órgano de fondo. Al término de la canción, unos lejanos aullidos de lobo anuncian el comienzo de “Moonlight”, uno de los cortes fundamentales del disco por su poderoso y contundente riff, fantásticas melodías y espectaculares arreglos.
El segundo interludio abre el paso al potente tema-título, “The Black Halo”, de un corte mucho más neoclásico y, nuevamente, con unos geniales coros.
“Nothing Ever Dies” posee unos riffs acelerados.
El décimo segundo corte, “Memento Mori”. Empieza con la voz de Khan cantando muy suavemente y apenas acompañada de un piano, pero luego entra el poderoso riff, sumiendo a la canción en numerosos cambios de ritmo, en los que destaca el estribillo además de la última aparición de Shagrath.
Finalmente, después del tercer interludio, llega el desenlace final del disco con la ultra melódica “Serenade” y el instrumental final “Epilogue”.
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